La mejor recompensa obtenida del karatedo y kobudo no es saber luchar o defenderse, no son las medallas, no son las victorias, no es la cantidad de alumnos en el Dojo, es mirar atrás y ver como has crecido como persona, en valores y conocimientos entendiendo su práctica, es mirar al frente y ver que el esfuerzo honesto te recompensa con caminos que ofrecen grandes oportunidades de seguir mejorando.
C.D. Kabuki